lunes, 3 de diciembre de 2007

Me han dicho que mi hijo tiene un virus


“Me han dicho que mi hijo tiene un virus”:

Si tenéis hijos seguro que en más una ocasión habéis oído esta frase, ya sea de boca de vuestro pedíatra, del pediatra de urgencias… y es que ¡diagnosticar en muchos casos para los pediatras no resulta nada fácil y al final lo acaban haciendo “por exclusión”!.

Las infecciones víricas son las responsables de la mayoría de los procesos febriles que sufren los bebés y niños, sobretodo en los primeros años de vida, cosa que corroboran multitud de rigurosos estudios. Por otro lado, ¡esta fiebre no siempre suele venir sóla! sino que se acompaña de síntomas inespecíficos, como malestar general, catarro, mocos, vómitos…lo cual hace todavía más difícil que los profesionales se arriesguen a dar un diagnostico concreto “a priori” y prefieren esperara a ver como evoluciona o como suelen decir “a ver por donde da la cara este virus”.

¿De qué virus se trata? Es lo que solemos preguntarnos los papás cuando nos pasa lo anterior, y generalmente nos contestan que hay cientos de virus y que muchas veces les resulta imposible distinguir unos de otros sin tener que realizar costosas, complejas, repetidas o incluso dolorosas pruebas para el bebé, y como generalmente estos cuadros son benignos, no merece la pena someter al bebé a estas pruebas a no ser que los síntomas adquieran un cariz más complejo o peligroso.

El consejo que os doy es que en el caso que le diagnostiquen una infección vírica a vuestro hijo, primeramente debéis confiar en el pediatra, pero debéis mantener una actitud de espera vigilante y si en algún momento apareciese algún síntoma nuevo o empeorase el estado general del niño acudieseis cuanto antes a la consulta del pediatra, y si ello no fuera posible (¡porque generalmente se ponen malos los fines de semana!) acercaros al hospital más cercano (entrando por urgencias) para que valoren si se necesitan tomar medidas adicionales.

Vía: Entrebebes.com

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